miércoles, 18 de octubre de 2006

Los fumadores pasivos se quejan de vicio

Buscando si los de Libertad Digital habían escrito una crítica sobre el Laberinto del Fauno (para echarme unas risas, porque después de lo que escribieron sobre V de Vendetta y Alatriste, lo que digan de esta, que tiene un falangista megamalo, puede ser el despiporre) he encontrado un artículo sobre la ley antitabaco (País sin humos, individuos sin libertad, de Manuel Llamas).

La verdad es que lo que dice ya me lo tengo muy visto, básicamente que prohibir a la gente fumar es muy muy feo porque coarta las libertades del fumador. Pero me ha llamado la atención que esta vez sí que se acuerda del derecho de los no fumadores a que no les apesten... eso sí, muy a lo Libertad Digital:
Estas y otras razones, como el derecho de los no fumadores a no verse perjudicados por el humo de otros, han constituido el argumento para legitimar la intervención regulatoria.

Sin embargo, es un discurso falaz y genuinamente demagógico. Para empezar, todo individuo es propietario natural de su cuerpo y su mente –es lo que el liberalismo clásico denomina "propiedad original"–, y por ello puede disponer de ambos con plena libertad. Si una persona decide fumar está en su pleno derecho y dispone de libertad para ello, siempre y cuando no perjudique a otros con su conducta. En este sentido, existen informes médicos que niegan o minimizan el riesgo real de los denominados "fumadores pasivos" al inhalar el humo disperso en el ambiente.
Nada, sano como el aire del monte. Cuando te lloran los ojos en bares llenos de humo sin duda será por el odio a la libertad de los intolerantes no fumadores.

Y acto seguido termina el párrafo con un argumento que seguro que no es "genuinamente demagógico".
Mucho más grave es la contaminación atmosférica producida por los gases de los vehículos, y no por ello se prohíbe circular por la ciudad.
Porque ya se sabe la manía de los coches de enchufarte el gas del tubo de escape a 20 cm de tu cara, y que no los necesitamos, solo los usamos porque somos adictos.


Por cierto, hay que ver la fea costumbre que tiene esta gente de entender cualquier mínima regulación (aunque sea para proteger a la gente y sin que les cueste un duro) como un gravísimo atentado a su Sagrada Libertad.

1 comentario:

  1. Anónimo21:47

    La crítica de v de vendetta fue IM-PRE-SIO-NAN-TE. "En un sistema economía centralizada no podria haber pantallas de plasma..."

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