Al fin los de Libertad Digital han sacado la crítica
que esperaba sobre
El laberinto del fauno. Mi plan era hacer una entrada entera sobre sus delirantes críticas de cine, y suponía que esta no iba a desmerecer lo que dijeron cuando Alatriste y V de Vendetta.
Pues sí, ha desmerecido. La crítica de Santiago Navajas es razonable (aunque no esté muy de acuerdo con ella) y apenas tiene cosas que anden cerca de las liberatonterías habituales, así que ni siquiera me voy a meter con ellas. Os dejo
el enlace para que disfrutéis de (increíble) un artículo de Libertad Digital que no se mete con PZ, los progretarras, los islamofascistas o los rojeras filonazis.
Vamos a las otras dos.
Con Alatriste estuvieron un tanto esquizofrénicos. La crítica de cine propiamente dicho la hizo (también) Santiago Navajas, y ocurre exactamente lo mismo que sobre El laberinto del fauno:
leedla.
Lo divertido vino en
un delirante artículo de opinión de Agapito Maestre, que ya desde el principio promete (y probablemente retrata al autor):
La tarde no daba para mucho. No tenía enemigos. Nadie me parecía suficientemente despreciable para dedicarle una columna.
Pobre hombre, tener que salir a la calle a ver si encuentra a quién despreciar. Bueno, pues cuenta que dos días después se ve Alatriste y...
Perdida de tiempo, de dinero y un cabreo considerable es lo que he sacado de este horrible producto ideológico. Nada. Algo, sin embargo, he aprendido sobre la industria cultural española. Ésta, de modo parecido a la industria política, es pura basura. Basura para masas descerebradas.
No como él, que sí tiene cultura...
Pero, visto de otro modo, debería de obligarse a los españoles a verla para saber que lo "narrado" o "expuesto", por decirlo de alguna manera, no tiene nada que ver con España.
... y sabe perfectamente que "deber de" indica duda y no obligación. Habrá algún rojo separatista infiltrado en la redacción, seguro. Pero bueno, lo mejor llega en el párrafo final, cuando nos explica por qué Alatriste no tiene nada que ver con España (es tan genial que hasta se merece colorines):
La esencia de la cosa es otra: hay que verla para saber que esa cinta es una filfa, sin sangre ni inteligencia, sobre España. La película es tan rematadamente mala que ni siquiera logra transmitir que un Tercio español no se rinde, imbéciles, por mera bravuconería. Eso es cosa de malos pillastres. Un Tercio español no se rinde para nada, sino porque aspira a todo. A la gloria. Mamarrachos, políticamente correctos, un soldado español, aunque no crea en Dios, por el simple hecho de ser español, es ya católico. Ni la desesperanza, imbéciles, son capaces de circunstanciar. No captar este asunto es tan ruin, tan políticamente correcto, como pobreza ideológica revela que el malo, el malísimo de la película, sea un dominico, un clérigo, medio afeminado a quien le da vida cinematográfica no un actor, cómo desaprovechar esta ocasión para hacer demagogia, sino una actriz. Todo es mentira. Cartón piedra. (...)
Bueno, pasamos a la crítica de
V de Vendetta, por Juan Ramón Rallo. De nuevo, desde el principio promete:
(...) aun así estamos ante una magnifica adaptación, que hará las delicias de los auténticos liberales que disfruten contemplando la heroica batalla entre un individuo y toda la clase política, en medio de una población adormecida y anestesiada.
Promete porque clasifica los gustos de la gente en función de su filiación política y por el tufillo de superioridad por su ideología (yo soy liberal, no como los demás que son una panda de borregos). Pero seguimos.
(...) el referente intelectual de V, [es] Guy Fawkes, un británico católico que el 5 de noviembre de 1605 intentó volar el Parlamento para exigir el fin de las persecuciones religiosas.
Algunos dirían que
todos los terrorismos son iguales, o incluso que el catolicismo no produce terroristas, y no tendría que mirar muy lejos. Pero bueno, la verdad es que él no lo ha dicho.
Se trata de una película realmente liberal y antiestatista...
Liberal, ya, claro. Lo otro es dudoso en la película (no tanto en el cómic), pero lo de liberal ya veréis de dónde lo saca, no tiene desperdicio.
... que además recordará ligeramente a los espectadores españoles su presente político. No sólo porque el líder fascista tenga un parecido más que razonable a Rubalcaba, sino porque la trama de la película gira en torno a unos misteriosos atentados terroristas, atribuidos de manera oficial a unos confesos "fundamentalistas religiosos", que permitieron inesperadamente a Sutler ganar las elecciones.
¿Acabarán los Wachowski haciendo la película de los agujeros negros del 11M?
El primero [de los errores] es el impresionante progreso económico que experimenta Inglaterra a pesar del yugo de su Estado fascista. Por el escenario desfilan políticos trajeados, pantallas de plasma o ejércitos con un equipaje modernísimo. El problema es que todo esto es irreal: el socialismo no funciona (tampoco el socialismo fascista), ya que no permite practicar el cálculo económico y asignar adecuadamente los recursos. En el cómic, al estar escrito hace 20 años, este error es mucho menos perceptible.
Genial la asociación entre fascismo y socialismo (habitual entre los fans del capitalismo), además del razonamiento cienciaficcionoso sobre las pantallas de plasma (la URSS no llegó al espacio, no...). Tampoco entendo por qué este error hace 20 años era mucho menos perceptible (¿quizás porque no había pantallas de plasma?).
(...) Por último, la película tiene una especial fijación en la problemática homosexual, lo cual la lleva en ocasiones a retorcer el argumento original del cómic y a perder coherencia interna.
Esa pérdida de coherencia interna no la veo yo, pero bueno, paso de hacer chistes sobre el mariconeo, que no consigo tener gracia. Porque lo que hacen (hablo de memoria, lo mismo me columpio) es cambiar el novio de Evey (con el que vive mucho tiempo) por un amigo gay (con el que está poco tiempo); esto no es un fallo de la trama, que no cojea, sino que, a mi entender, hace perder personalidad a la protagonista respecto al cómic.
Nota al margen merece la sesgada traducción al español que, con indudables dosis de progresía y brazo izquierdo, se nos ofrece en nuestros cines. De este modo, V ya no reivindica "la equidad, la justicia y la libertad" [fairness, justice and freedom], sino la "igualdad, la justicia y la libertad". Les ha faltado meter la fraternidad para reconvertir a V en todo un revolucionario francés.
Obviamente, introducir el valor de la igualdad no sólo desvirtúa el significado original de la película, también el del cómic, donde podíamos leer que la anarquía ha enseñado a V que "la justicia carece de sentido sin libertad".
No he visto la película en inglés, y no me acuerdo del tebeo, pero los frikis ya hemos visto tantas pifias de traducción que si lo único en lo que apoya su conspiranoia lingüística es en que se ha traducido "fairness" por "igualdad" mal andamos. Que se pase por ADLO! a mirar, p. enx.,
lo del trabuco sónico de Atlanta, o mejor aún,
el propio post sobre la traducción del cómic, a ver qué se le ocurre.
Pero bueno, ya llegamos a lo mejor: el razonamiento de por qué V es liberal:
V no puede ser socialista porque cree claramente en la propiedad privada. Así, cuando Evey le acusa de haber robado al Gobierno, V le responde irónicamente: "El robo implica propiedad. No puedes robar a los políticos. Simplemente lo reclamé".
En otras palabras, los políticos no son propietarios porque su propiedad no es legítima, sino que procede de un robo anterior. Lo cual nos aproxima bastante a las teorías liberales sobre la apropiación originaria de impronta lockeana. Pero es que, además, en un momento de la película V le regala a Evey "todo lo que tiene"; lo cual constituye una donación que necesariamente implica propiedad.
Se me ocurren algunas otras explicaciones para lo de "No puedes robar a los políticos":
- Una de izquierdas: ... porque los políticos no son dueños de las propiedades del estado.
- Una de muy izquierdas: ... porque la propiedad no debería existir.
- Una un poco rara: ... porque deberían pertenecer a quien las disfrute de verdad.
- Una muy de bárbaro: ... porque si no son capaces de mantenerlo en su poder no les pertenece.
¿Veis qué fácil es darle interpretaciones absurdas a las cosas en función de tus propios prejuicios?
Y si dar todo lo que tienes (y por extensión tener cosas) te convierte en defensor del capitalismo, adivinad cuál es la única forma de no serlo. Yo, para ser consecuente, voy a renunciar desde ya a mis tebeos, mis libros, mi ordenador, mi conexión a internet, mi comida, mi ropa (bueno, a esto no, que no sería bonito de ver) y me dejaré morir en una esquina (
entonces podrán los honrados capitalistas saquear mi cadáver sin sentir que están robando).
A ver cuál es el próximo delirio que se les ocurre. Voy a ver si dicen algo sobre las películas de superhéroes, a lo mejor puedo reciclarlo para ambientar
la partida.