El 9M perdió la izquierda
Tenía esta entrada pendiente, y como no me ponga no la voy a hacer nunca... Por cierto que como adivino no tengo precio XD
En mi opinión el 9 de marzo perdió la izquierda (no la "mía", claro, yo no voto y tal), incluso considerando al PSOE de izquierdas (que ya es suponer). Motivos:
1. El premio pepero a su estrategia. Después de cuatro años de esta oposición, y después de la segunda legislatura de mentiras salvajes de Aznar ¿encima cada vez les vota más peña? Sinceramente me parece sobrecogedor. No creo que hayan subido por ese último mes de "ocuparse de los problemas de los ciudadanos"; el lastre de los últimos cuatro años era demasiado pesado como para engañar a nadie.
Creo que la derecha tiene un grave problema: son demasiado pragmáticos. Son capaces de tragar con toda clase de, digamos, disfunciones éticas, a cambio de un supuestamente mejor manejo de la economía (aunque a la hora de la verdad entre PP y PSOE no haya muchas diferencias). Y me refiero a los derechosos razonables, no a los talibanes de Se rompesssspaññña y la familiaaaaa que ven ataques intolerables en cualquier cosa (especialmente en las que no les afectan); esos ya los doy por perdidos y además los hay, con matices, en todas partes.
2. El premio sociata a su estrategia. Es la imagen especular del anterior. PZ se ha pasado toda la legislatura con una política económica de derechas y una social muuuy suavemente de izquierdas (la mayoría de lo que ha hecho podría haberlo firmado el PP perfectamente), aunque he de reconocer que con algunos puntazos espectaculares. Sin embargo, con la imprescindible ayuda de los PPersas, y por comparación, ha conseguido parecer rojillo. Pero sobre todo, el PP ha sido tan sumamente amable de convertirse en el arquetipo de partido derechoso salvaje que al PSOE le interesaba tener enfrente (y no es que no lo sean, pero no hay giro al centro de última hora capaz de tapar estos últimos cuatro años). De modo que con los ya convencidos y los del "si tú no vas, ellos vuelven" han tenido suficiente para ganar (muchos votaron tapándose la nariz, pero qué más da si en la próxima volverán a hacerlo).
3. El sepukku de IU con la Ley Electoral como wakizashi. Hace años que IU se deslegitima éticamente para ser votada, empezando por tener un coordinador general que se autoelige a base de trampas en los congresos (esto en el PP no sería un problema especial, teniendo en cuenta lo alto que llegan tipos como Zaplana y que hay casos de pueblos en los que pillan al alcalde corrupto con las manos en la masa y encima luego les vota más gente...), aunque luego sus parlamentarios tienden a ser de lo menos malo de las Cortes. La ley electoral (que el PSOE se niega a cambiar) lleva 30 años cargándose cualquier aspiración de IU y antecesores por conseguir una cuota de poder acorde con su representación popular. Y si parece que no existes, no existes... no sales en el telediario, no puedes presionar en el congreso, no tienes pasta para publicidad, etc. Y si no existes, nadie te vota. Es todo un círculo vicioso terrible en el que el único partido con una posibilidad real de tirar del PSOE a la izquierda ya no pinta prácticamente nada, y tiene muy cerca la extinción definitiva. Cuando tengamos un sistema bipartidista en el que los nacionalistas siempre estén en medio (como ahora, pero sin la ilusión de que podría ser de otra manera) todo el mundo echará de menos a IU, pero pocos podrán presumir de haberse portado honradamente con ellos.
(Me resulta irónico haber escuchado por primera vez en años a medios derechosos quejarse de cómo la ley electoral hace la puñeta a los pequeños (además de repetir su mentira de siempre: que favorece a los nacionalistas). Qué curioso que lo ven justo ahora que ha jorobado a UPyD, el partido de Rosita Díez, que era el aliado que tenía preparada la masderecha para tratar de putear al PSOE...)
Sin nadie a la izquierda para pactar, sin motivos electorales para tratar de atraer a la izquierda menos centrista (porque ya se la ganan con el Que viene el lobo) pero sí unos cuantos para quedarse con el centro que el PP espanta, y con una base PPepera que va a votar en plan falange (je) romana... sí, yo creo que la izquierda no tiene muchos motivos para estar alegre.
PD: la verdad es que tal y como estaba la cosa, la izquierda no podía ganar. Recomiendo estos artículos relacionados (1, y sobre todo 2) del blog de Tiberio.
En mi opinión el 9 de marzo perdió la izquierda (no la "mía", claro, yo no voto y tal), incluso considerando al PSOE de izquierdas (que ya es suponer). Motivos:
1. El premio pepero a su estrategia. Después de cuatro años de esta oposición, y después de la segunda legislatura de mentiras salvajes de Aznar ¿encima cada vez les vota más peña? Sinceramente me parece sobrecogedor. No creo que hayan subido por ese último mes de "ocuparse de los problemas de los ciudadanos"; el lastre de los últimos cuatro años era demasiado pesado como para engañar a nadie.
Creo que la derecha tiene un grave problema: son demasiado pragmáticos. Son capaces de tragar con toda clase de, digamos, disfunciones éticas, a cambio de un supuestamente mejor manejo de la economía (aunque a la hora de la verdad entre PP y PSOE no haya muchas diferencias). Y me refiero a los derechosos razonables, no a los talibanes de Se rompesssspaññña y la familiaaaaa que ven ataques intolerables en cualquier cosa (especialmente en las que no les afectan); esos ya los doy por perdidos y además los hay, con matices, en todas partes.
2. El premio sociata a su estrategia. Es la imagen especular del anterior. PZ se ha pasado toda la legislatura con una política económica de derechas y una social muuuy suavemente de izquierdas (la mayoría de lo que ha hecho podría haberlo firmado el PP perfectamente), aunque he de reconocer que con algunos puntazos espectaculares. Sin embargo, con la imprescindible ayuda de los PPersas, y por comparación, ha conseguido parecer rojillo. Pero sobre todo, el PP ha sido tan sumamente amable de convertirse en el arquetipo de partido derechoso salvaje que al PSOE le interesaba tener enfrente (y no es que no lo sean, pero no hay giro al centro de última hora capaz de tapar estos últimos cuatro años). De modo que con los ya convencidos y los del "si tú no vas, ellos vuelven" han tenido suficiente para ganar (muchos votaron tapándose la nariz, pero qué más da si en la próxima volverán a hacerlo).
3. El sepukku de IU con la Ley Electoral como wakizashi. Hace años que IU se deslegitima éticamente para ser votada, empezando por tener un coordinador general que se autoelige a base de trampas en los congresos (esto en el PP no sería un problema especial, teniendo en cuenta lo alto que llegan tipos como Zaplana y que hay casos de pueblos en los que pillan al alcalde corrupto con las manos en la masa y encima luego les vota más gente...), aunque luego sus parlamentarios tienden a ser de lo menos malo de las Cortes. La ley electoral (que el PSOE se niega a cambiar) lleva 30 años cargándose cualquier aspiración de IU y antecesores por conseguir una cuota de poder acorde con su representación popular. Y si parece que no existes, no existes... no sales en el telediario, no puedes presionar en el congreso, no tienes pasta para publicidad, etc. Y si no existes, nadie te vota. Es todo un círculo vicioso terrible en el que el único partido con una posibilidad real de tirar del PSOE a la izquierda ya no pinta prácticamente nada, y tiene muy cerca la extinción definitiva. Cuando tengamos un sistema bipartidista en el que los nacionalistas siempre estén en medio (como ahora, pero sin la ilusión de que podría ser de otra manera) todo el mundo echará de menos a IU, pero pocos podrán presumir de haberse portado honradamente con ellos.
(Me resulta irónico haber escuchado por primera vez en años a medios derechosos quejarse de cómo la ley electoral hace la puñeta a los pequeños (además de repetir su mentira de siempre: que favorece a los nacionalistas). Qué curioso que lo ven justo ahora que ha jorobado a UPyD, el partido de Rosita Díez, que era el aliado que tenía preparada la masderecha para tratar de putear al PSOE...)
Sin nadie a la izquierda para pactar, sin motivos electorales para tratar de atraer a la izquierda menos centrista (porque ya se la ganan con el Que viene el lobo) pero sí unos cuantos para quedarse con el centro que el PP espanta, y con una base PPepera que va a votar en plan falange (je) romana... sí, yo creo que la izquierda no tiene muchos motivos para estar alegre.
PD: la verdad es que tal y como estaba la cosa, la izquierda no podía ganar. Recomiendo estos artículos relacionados (1, y sobre todo 2) del blog de Tiberio.
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