viernes, 19 de enero de 2007

No todos son lo bastante buenos como para ser ¡Españoles!

Como todos sabéis, ser ¡Español! es un gran honor. Por eso de pequeños nos hacen un examen para ver si somos dignos de él. La mayoría aprobamos, lo llevamos en la sangre, pero esos sucios inmigrantes que vienen aquí a robarnos el pan no tienen tan fácil dar la talla.
Cuando nació, hace ocho meses, sus padres no lo dudaron: su tercera hija se llamaría Beliza, como se llamaba su bisabuela paterna, oriunda de Colombia como toda la familia. Tras inscribirla con ese nombre en el Registro Civil, en la Seguridad Civil y en el Libro de Familia -afirman los padres-, el problema llegó al tramitar la nacionalidad española del bebé en el juzgado: según asegura esta familia, les explicaron que su hija no podía llamarse así.

«La funcionaria del juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Majadahonda nos dijo que, en primer lugar, ese nombre no existía en España, y que, además, el nombre no correspondería a un sexo definido, así que nos propuso cambiárselo. (...)

La familia Mora Marín tenía cita para tramitar la nacionalidad española de su hija el pasado mes de noviembre, afirman, pero dos meses después aún no saben cómo «tendrá» que llamarse su hija, sin respuesta todavía a sus alegaciones.
Hay que ver, trayendo sus viles nombres extranjeros a contaminar la Patria. Encima los muy cínicos afirman que sí es un nombre ¡Español!
Sorprendidos, los padres no se dieron por vencidos y rastrearon el origen de ese nombre, hasta dar con algunos personajes literarios que se remontan al Siglo de Oro español: «Hay algunas obras donde escritores como Lope de Vega escriben Belisa, no Beliza, y refiriéndose a personajes femeninos», detalla la madre.

Los padres volvieron al juzgado y, en el correspondiente escrito, razonaron los motivos por los que insistían en llamar a su hija Beliza: además del antecedente familiar, estaban estos clásicos literarios, que añadieron con fotocopias.
Si Lope lo hubiera querido escribir con Z lo hubiera hecho, ¿quiénes son estos mindundis para andar enmendando la plana a nadie? ¿Acaso las ¡Españolas! que se llaman Leticia escriben su nombre con Z? ¿Dónde acabaría esto? Y además con fotocopias, seguro que violando derechos de autor y todo. Que les empapelen pero ya.

Y encima, con recochineo:
La madre aún se sorprende más con todo esto teniendo en cuenta que su segundo hijo, nacido en España, no tuvo problemas con los trámites de su nacionalidad pese a llamarse Malcom. «Nos dijeron que su origen era europeo, y hasta nos dijeron de qué parte», apunta Lina Victoria.
En un alarde de generosidad les dejan poner un nombre raro, y a la próxima, encima, vienen exigiendo. Esta gente es así, que les das la mano y te toman el brazo. Bastante es que admitimos a "Linas Victorias" y otros nombres de telenovela.


PD: cierto lector tiene su propia historia absurda con el registro civil y los nombres extranjeros, a ver si lo comenta.

PPD: una historia relacionada, aunque sin ninguna gracia en absoluto. Vista en Escolar.

2 comentarios:

  1. Cómo no. Aunque la mía tiene mucho menos delito, puesto que en 1980 todavía había gente que no había leído la prensa y no sabía que el Caudillísimo había cascado.

    Un nombre como Vania sonaba demasiado bolchevique para algunos, y no hubo cristo que dejara ponérmelo. Mis padres tuvieron que elegirme uno mucho más español.

    Ah, y soy un hombre.

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  2. Por cierto... ¿para cuándo un link permanente? Mmmhehehehe.

    Saludos.

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