miércoles, 14 de noviembre de 2007

Racistas no, pero pesados un rato

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Les he enviado una carta al director. Si alguien se anima (cuantos más mejor, pero por favor sin pasarnos de bordes), la dirección es cartasdirector@elpais.es. Es obligatorio identificarte en el correo con tu nombre, direccción, teléfono y DNI. Y no puedes pasarte de 30 líneas mecanografiadas (si conseguís ser más concretos que yo, mejor aún). No sé si, en caso de que te lo publiquen, el título lo ponen ellos, pero por si acaso no mandéis un mail con el subject en blanco, que además siempre queda feo.

Y no debería hacer falta decirlo, pero por si acaso, que no sé quién lee esto: NO anarroseéis la carta de nadie. No se trata de hacer mailbombing, sino de quejarnos cuantos más mejor, de forma educada y razonada.

Tienen otra sección a la que planeo escribir en breve: el defensor del lector. La dirección es defensor@elpais.es y no veo que haya que poner DNIs y zarandajas, aunque supongo que ser serio e identificarse ayudará.
Los juegos de rol no incitan al racismo

Leo con asombro su editorial del lunes 12 de noviembre, en el que se dice explícitamente que los juegos de rol difunden ideas racistas. Lamento comprobar cómo a estas alturas personas a las que se les supone no solo un alto grado de cultura y ética profesional, sino también amor por la verdad, son capaces de seguir difundiendo falsedades de este calibre. Los juegos de rol llevan ya muchos años siendo "sospechosos" de fomentar el asesinato, el satanismo, el saqueo de tumbas, la quema de coches y no recuerdo cuántos crímenes más, demostrándose repetidamente infundadas todas y cada una de estas acusaciones.

Llevo más de 15 años jugando y nunca he encontrado, en uno solo de los cientos (literalmente) de libros de rol que he leído, ni una sola línea que incite al racismo. En realidad, ocurre exactamente lo contrario. Basta abrir cualquiera de ellos para comprobar cómo a todas las "razas" de la humanidad se les da el mismo tratamiento: son humanos sin más, sin que se hagan distinciones de "calidad" de ningún tipo.

Cuando en un juego de rol se hace referencia a la raza de un personaje, se trata de elfos, enanos o similares creaciones de la literatura fantástica. Durante las partidas, lo habitual es que los grupos de jugadores interpreten a personajes de diferentes razas, en lo que suponen alegatos de facto a la tolerancia y el respeto a la diferencia.

Me gustaría que los responsables del editorial me mostraran un solo ejemplo que apoye en qué basan su desafortunada frase. Sé que no va a ocurrir, porque no existe. En cambio, yo puedo apoyar mis afirmaciones con todos los ejemplos que ustedes necesiten para convencerse. Estoy seguro de que cualquiera de los innumerables clubes, editoriales y tiendas de rol, así como todos los ayuntamientos que organizan partidas de rol como opción de ocio joven frente al botellón, estarán encantados de hacer lo mismo.
A ver si luego saco tiempo y trufo el texto de enlaces con los que documentar a la gente.

1 comentario:

  1. Anónimo10:24

    Es sorprendente lo bien que funcionan algunas cosas como cabeza de turno. Lo del rol es la leche. Me consta que mucha gente que no sabe lo que es en cuanto oye esa palabra pone caras raras.

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