sábado, 10 de noviembre de 2007

El robo de La Bola de Cristal

Podéis enteraros de esto de dos formas: leyéndolo en La Petite Claudine, o siguiendo pabajo.

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Habéis tomado la decisión mala, peronfín.

Leire Pajín escribió una apestosa columna sobre lo increíblemente bueno que ha sido, es y será el PSOE de todos los tiempos pasados y por venir en este y todos los otros mundos del multiverso, y tuvo el morro de titularla "La generación de la Bola de Cristal".

Días después, uno de los guionistas de La Bola le cantó las cuarenta, y llamó a su columna "La generación de la Bruja Avería". Extractos de esta gloriosa bronca:
El disgusto que me ha producido la lectura del artículo de Leire Pajín Iraola (Publico, 30 de octubre), sólo puede compararse al que ella sentiría si, despabilada la memoria, fuese capaz de recordar el legado del que con tanta ligereza se reclama heredera: por debajo de la música de Alaska y Radio Futura, escucharía cosas que le pondrían los ‘baudios’ de punta y le harían ‘rebobinarse’ de terror, por evocar precisamente el lenguaje de los Electroduendes. (...) Me ceñiré a la voz de la bruja Avería y sus compinches eléctricos, porque es la mía y porque está recogida y puede ser consultada en dos volúmenes de título muy significativo, ¡Viva el mal! ¡Viva el capital! y ¡Viva la CIA! ¡Viva la economía!, a los que la dirigente socialista puede acudir para comprobar que no me inspiraba precisamente en el programa de su partido.

En La Bola de Cristal –recordaré a Leire Pajín– se hacían campañas a favor de la lectura y de la amistad, pero por eso mismo también contra los bancos, (...) “Antes se nos llamaba usureros y ahora banqueros, pero seguimos quedándonos con su dinero”. La Bola de Cristal invitaba a la solidaridad y a la rebeldía, pero por eso mismo enderezaba su humor brechtiano contra la alienación laboral y la codicia empresarial (...) (“la empresa que da plusvalor no es facha ni roja ni tiene color”, cantaba en algún momento un coro de proletarios enajenados). La Bola de Cristal clamaba por un mundo nuevo tras 40 años de franquismo, pero por eso mismo no dejó nunca de satirizar las políticas del PSOE.

Puede decirse quizás que La Bola de Cristal era incompatible con la componenda, el equilibrismo, el eufemismo, la corrección política y la ambigüedad, pero por eso mismo nadie podrá decir que era compatible con el PSOE. Puede incluso decirse que era un panfleto y que adoctrinaba en el odio de clases, pero por eso mismo nadie podrá decir que era el camino más rápido y seguro hacia las Juventudes Socialistas. Casi todo en el mitificado y olvidado programa de TV estaba orientado a denunciar a ese PSOE que había recibido y malversado el mayor capital político de izquierdas de la posguerra europea; el PSOE monárquico que seguía acariciando a la Iglesia; el PSOE de la OTAN que mantuvo las bases estadounidenses; el PSOE de la reconversión industrial y la reforma laboral; el PSOE que estableció relaciones con Israel y traicionó al pueblo saharaui; el PSOE de la escuela concertada y la desmovilización juvenil; el PSOE de las privatizaciones y la corrupción; el PSOE que destruyó la televisión pública; el PSOE de la Ley de Extranjería y la rendición sindical; el PSOE que dejó expedito el camino a la derecha más radical, ultramontana y reaccionaria desde la guerra civil. El PSOE, en fin, que promovió y aplaudió la guerra sucia y el terrorismo de Estado.

El hecho de que se haya idealizado un espacio televisivo imaginativo y valiente, pero en cualquier caso bastante chapucero, demuestra básicamente que lo que vino después fue mucho peor. El que debía ser el primer programa de una nueva estirpe se convirtió en su último descendiente y esto también es responsabilidad del PSOE, que obró el milagro de llevarnos aceleradamente a los españoles, sin etapas intermedias, de un Renacimiento malogrado a una Edad Media de colores.
Y el glorioso párrafo final, que merece ser enmarcado para arrearle con él en la cabeza a todos esos sociatas tan pijos (la mayoría) que son casi indistinguibles de los peperos:
Pero hay, sí, una generación de La Bola de Cristal como hay una generación del GAL y una generación de las Azores. Sus miembros están tan lejos del PP como del PSOE y me siento muy orgulloso de reconocer en su voz la de esos mismos Electroduendes que me hablaron a mí tantos años antes: son locos solidarios con Palestina y Venezuela, chiflados activistas antiglobalización, extremistas militantes ecologistas, zarrapastrosos okupas, agresivos pacifistas, infantiles anti-imperialistas, lunáticos marxistas. Sinceramente, no creo que Leire Pajín, gran defensora de la ‘modernidad’ de España, se sintiera cómoda en su compañía.
Y aprovecho para repetir que el PSOE no es de izquierdas, ¡no dejéis que os la roben a base de propaganda!

2 comentarios:

  1. Anónimo18:13

    estoy cansadito de que la gente se piense que por que le caigan bien los palestinos, los pobres venezolanos (que no salen de una para caer en otra), les preocupe la globalización y las culturas en extinción ya tengan que ser de izquierdas...

    además, este tío es un poco contradictorio... parece que no le gusta la guerra sucia del GAL, ni la OTAN ni esas cosas belicistas... pero resulta que al final aplaude a esos agresivos pacifistas o a los extremistas militantes ecologistas...
    Es curioso, es como el mismo calcetín pero dado la vuelta...

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  2. La virgen, qué devaluada está la ironía hoy en día, ¿el término "agresivo pacifista" te parece algo normal? Y lo de comparar a los GAL y a los ecologistas (por muy extremistas que sean)...

    No estés tan "cansadito", hombre, aunque confundes cosas, no eres de iquierdas por que te preocupen esas cosas, esque si fueses de izquierdas te preocuparían. Pero tranqui, "Espiña va bien"

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