La imposibilidad de la magia

Concilio de Olid, la asociación que organizó las PuCLN del 2006, ha sacado un fanzine, Pergaminos del Concilio. La han escrito socios de los dos mayores clubes de Valladolid, Vientos de Erebus y el ultrademencial Rol Independiente Pucelano. Esta semana saldrá a la venta por 50 centimillos de euro en las tiendas frikis locales, y en un futuro próximo estará disponible para descarga en PDF. La verdad es que ha quedado muy chulo, y no es porque lo hayamos escrito nosotros ;)

Yo he aportado un artículo de frikilosofía, y lo dejo por aquí como señuelo:


La imposibilidad de la magia
donde se argumenta que la magia no solo no existe, sino que si existiera, no sería magia

Los frikis estamos acostumbrados a pensar en la magia como una serie de técnicas misteriosas y extrañas, difíciles de entender y fuera del alcance de la mayoría de los mortales. Sin embargo, si la examinamos con detenimiento, veremos que, en realidad, estas (y otras) características hacen de la magia un combinado de ciencia, técnica y tecnología.

Aclaro, por si fuera necesario, que hablo de la magia que nos encontramos en cine, libros, cómics y, sobre todo y por supuesto, juegos de rol (en adelante, "magia friki").

Definiré brevemente "ciencia". Podría citar a la wikipedia, pero me gusta más la definición de la Enciclopedia Científica para el Joven Gnomo Curioso, por Angalo de Mercería: "La ciencia es una forma de descubrir cosas y hacerlas funcionar". Como todos sabemos, se basa en la observación empírica y sistemática de los fenómenos físicos y la elaboración de leyes y teorías que los expliquen y predigan. La tecnología es la aplicación de los conocimientos científicos a casos concretos con el fin de darles utilidad práctica. Por último, la técnica es el conjunto de habilidades y destrezas que nos proporcionan ventajas prácticas, pero sin estar apoyados en conocimientos científicos (ensayo y error). Por enxiemplo, la industria metalúrgica es tecnológica, mientras que las antiguas técnicas de forja del acero se descubrieron simplemente mediante montones de pruebas. En la práctica los tres términos están tan relacionados que a efectos de este artículo los consideraré sinónimos.

Bien, pues esto encaja punto por punto con casi todos los tipos de magia que yo conozco. Los magos estudian el universo, clasifican energías, o fuerzas, o como llamen a sus chorradas místicas, y aprenden a manejarlas y a darles un uso práctico. Aparte del hecho de que en general no usan más máquina que su propio cuerpo (al revés que en el resto de las ciencias) esto es exactamente lo mismo que la física o la química. En la mayoría de las magias frikis los magos tienen laboratorios en los que experimentar, depurar sus técnicas y construir sus cacharros.

Porque en realidad, muchas magias sí utilizan máquinas. Además de los objetos mágicos (un conjunto de materiales que se organizan de acuerdo a unos conocimientos previamente adquiridos para que lleven a cabo una función determinada: yo a eso lo llamo "máquina"), muchos magos necesitan focos para facilitar o incluso ser capaces de lanzar conjuros.

Es frecuente, aunque no universal, que la magia friki esté limitada a unos pocos elegidos con capacidades naturales. Esto no invalida el hecho de que la magia sea ciencia en realidad. No todo el mundo es capaz de entender la física cuántica (aunque más de la pensamos, pero esa es otra historia), ni tiene la destreza o la fuerza necesaria para ser un buen herrero. Sin embargo ni los físicos ni los herreros se pavonean por ahí diciendo que tienen "el Don" (es que los magos tienden a ser un tanto chulos).

Pero en realidad el argumento más espectacular es que la mayoría de las magias frikis ¡no violan los principios de conservación de la materia y la energía! Como sabéis, la materia y la energía ni se crean ni se destruyen, solo se transforman (a veces una en otra). Y la magia respeta esto. Pensad en los juegos en los que los magos tienen una reserva de "puntos de poder", o gastan fatiga, o pueden lanzar unos pocos conjuros hasta que descansan, o todo a la vez. Pensad en Gandalf diciendo que está agotado, o en los magos de Dark Sun, vampirizando los recursos del planeta. Y en muchas magias frikis se requieren componentes materiales que se destruyen al lanzar conjuros. Lo que ocurre es que la energía que necesitas para la bola de fuego la tienes que sacar de otro sitio (los componentes, el entorno o tu propio cuerpo). Algo parecido ocurre con los objetos mágicos. Unos tienen cargas (si se les acaban las pilas, adiós) y otros se recargan diariamente (como las baterías de los coches). Pocos son permanentemente mágicos, y podemos asumir que extraen su energía del entorno.

Y, por si fuera poco, la magia cumple los criterios de reproducibilidad que se le exigen a los experimentos científicos. Un mago es capaz de lanzar los conjuros de otros magos (siempre que, obviamente, tenga el poder suficiente); si no, nadie sería capaz de aprender magia de sus maestros. Y además los sortilegios tienen más o menos el mismo efecto cada vez que se lanzan (nivel o pifias aparte), lo cual es también señal de que se trata de una ciencia con todas las letras.

En mi opinión, con todos estos argumentos resulta evidente que en realidad la magia de casi cualquier mundo no es más que una de las ramas de la ciencia. Llevar gorritos ridículos y soltar bolas de fuego no te hace más especial que si llevaras bata blanca y un lanzallamas.