Una entrada para perfectos borregos que se leen El País todos los días
Se trata del blog Manga y más, abandonado desde el 2006, pero que almacena una entrada antigua que no tiene desperdicio: Watchmen, adoctrinamiento para tontos. Aquí abajo algunos fragmentos (ojo que tiene spoilers):
¡Tantísimo ruido para tan pocas nueces! Antes que nada, debo aclarar que sería injusto decir que Watchmen es un mal cómic. Se lee fácil, tiene personajes intrigantes y trata de hacer cosas nuevas con el género. En ese sentido no es malo. Ahora bien, si sopesamos por un lado lo que pretende y por el otro lo que logra, y ponemos además en consideración otros parámetros artísticos, el fracaso es absoluto.Esto es básicamente cómo empieza. En principio nada que objetar, lo curioso son sus argumentos.
El problema de esta reflexión es que tal como se presenta resulta simple en extremo, y además adopta en todo momento un ángulo "progre" que desmaya por sus pretensiones moralizantes y lo erróneo de sus postulados: Poner a la misma altura a los EEUU y a la Unión Soviética podía ser muy fácil desde la cómoda libertad que se disfrutaba por aquel entonces en Occidente (garantizada en gran parte por los mismos EEUU), pero me pregunto si un guionista soviético de la época que soportara la opresión de ese país habría estado de acuerdo con nuestro querido Alan Moore.Traducción: ¡no pone a los rusos de malos! ¡Y los americanos no son los buenos indiscutibles! Moore, maldito melenudo, si podías escribir esta propaganda progre es porque Occidente te mantenía a salvo de los soviets.
(Mmmhhh, ahora no recuerdo que los rusos salgan directamente en Watchmen (a lo mejor alguna declaración cuando se hace pública la existencia del dr. Manhattan, no sé))
Así, a lo largo de todo el cómic, se presenta al tradicional anticristo de la izquierda, Richard Nixon, como el causante de todos los males: Cambia la constitución para poder ser elegido tres veces, manda a su país al Vietnam (intervención que en la vida real, irónicamente, fue iniciada por Kennedy), y está como loco por empezar una guerra nuclear. Lástima que el verdadero Nixon jamás llegara a hacer nada de eso, e incluso es probable que ni se le pasara por la cabeza, ¡pero da igual, ya están los guionistas de cómic para hacerlo por él! Aquí el lector medio, si es tonto, empezará a asentir con la cabeza y pensar "¡Uauh, este cómic es profundo! ¡Menudas implicaciones políticas tiene!" No obstante en realidad no le están vendiendo más que las vetustas pamplinas hippies que llevan circulando desde que los Beatles decidieran dejarse el pelo largo.Yo diría que la izquierda tiene anticristos más gordos que Nixon. Que de hecho no sale muy mal parado: para empezar, no hace caso a sus asesores y espera unos días antes de empezar a lanzar pepinos nucleares ("está como loco por empezar una guerra nuclear", ¿este tipo ha leído el mismo tebeo que yo?). Y obviamente no se ha dado cuenta de que no se trata de "vamos a poner a Nixon a hacer el malo, los rojos se lo creen todo, bwahahahahahahaha"; si Nixon sigue en el puesto es porque el Comediante se ha cargado a los periodistas que destaparon el Watergate, lo que acabó por echar a Nixon de la presidencia. Reconozco que como soy un inculto yo no pillé el detalle a la primera (lo leí en alguna guía de lectura), y desde luego este tío tampoco lo pilló, pero no hace falta ser muy listo para darse cuenta de que la presencia de los enmascarados ha ido cambiando la historia y la tecnología. Lo de Nixon, simplemente, es una forma más de hacerlo; probablemente la forma más verosímil de mostrar explícitamente cómo influyen los enmascarados en la política (bueno, y ganar Vietnam también).
La investigación llevada a cabo por los héroes descubre finalmente que el asesino es el antiguo justiciero Adrian Veidt, alias Ozymandias, "el hombre más inteligente del mundo" (sí, sí, incluso más que Pepe Blanco)...Usa la palabra "progre", hace chistes con Pepe Blanco, más tarde llama al otro Moore "el gordo"... creo que se va viendo claramente de qué pie cojea este tío. Pero esperad un poco que lo mejor viene al final. De momento seguimos con su lectura a medias del tebeo; he aquí sus interpretaciones sobre el final:
¿Qué ocurriría a los 10 años? ¿A los 15? ¿Qué pasaría cuando los países empezaran a darse cuenta de que de extraterrestres nada de nada? Incluso existiendo esos extraterrestres, ¿habría renunciado la URSS a su criminal sistema político y económico, así como a sus pretensiones expansionistas? ¿Le habría parecido esto aceptable a los EEUU? ¿Qué habría pasado en caso de nuevas fricciones entre ambos países? ¿Matamos a otros tres millones? A todas estas complejas preguntas Alan Moore no le da respuesta, con inventarse lo del marciano ya va que arde.Este tío no ha visto lo del final abierto, ni al dr. Manhattan diciendo lo de "Nada acaba nunca".
Ah, pero Moore no apoya tal monstruosidad después de todo: Finalmente, el engaño de Ozymandias, aunque por pura casualidad, se descubre. Con esto el guionista nos quiere decir que no debemos jugar a ser Dios, pero no porque le parezcan injustificables las masacres masivas, ¡si no porque es muy difícil ejecutar semejantes planes sin equivocarse en algo!Definitivamente no hemos leído el mismo tebeo... Ozymandias gana y nadie abre la boca. Pero me encanta la moraleja que este tío ha querido entresacar de la historia.
Para que el adoctrinamiento sea completo (de nuevo, sólo si eres idiota), la motivación de Ozymandias no es sólo la escalada bélica. También está la "destrucción ecológica del planeta" (¡cómo no!) que le tiene preocupadísimo.El "de nuevo, sólo si eres idiota" y el cabreo con los malditos ecologistas rojomierdas también me encantan XD
En el apartado artístico no se puede dejar de mencionar el desconcertante dibujo. Desconcertante porque sorprende que un cómic obviamente ambicioso y con pretensiones de "trascendencia" como este tenga un dibujo tan flagrantemente pobre. Dave Gibbons, al que no se le conoce por ningún otro trabajo -comprensiblemente-, realiza una plasmación gráfica de la historia a la que hoy ni el editor más benevolente daría el visto bueno. Por suerte para él, los estándares de los 80 en el cómic americano eran otros. Gibbons sólo consigue ofrecer una técnica anatómica pobre, un lápiz anodino y ni la más mínima innovación en la composición de página. El diseño de vestuario casi mueve a la risa. Y todo esto rematado con una paleta de colores básicos y chillones, con predominancia del amarillo, bastante desafortunada, que le confieren un aire de irrealidad a todo el asunto. La celebridad de este cómic desde luego no se debe a su grafismo.No, no ha hecho nada más. Sobre la calidad del dibujo (y el resto también) le han contestado mejor de lo que yo podría hacerlo en los comentarios de su propio blog.
Para colmo, hay una buena porción de la obra ocupada por una historia pirata que está leyendo un chaval en un cómic, que resulta bastante enojosa por interferir constantemente en el ritmo de la historia principal sin aportar nada...Por supuesto no lo comparto, pero reconozco que en realidad esto solo lo pongo para picar al Fichero Arcano (él sabe por qué XD )
Después de un par de párrafos en los que se indigna porque los dos personajes más de derechas son demasiado cabrones (¡malditos progres!) nos demuestra que no ha entendido una mierda del dr. Manhattan (ni de Rorschach, ya que estamos):
Por desgracia, se nos intenta vender una presunta neutralidad moral, según la cual para él no existe diferencia entre el bien y el mal, simplemente dejándose llevar por una especie de destino preestablecido. Esto no se sostiene de ninguna forma, por resultar absolutamente evidente que el personaje toma decisiones de forma contínua, por ejemplo cuando sirve a los intereses militares de su país, proporcionándole la supremacía mundial. Si es tan neutral, ¿por qué no actúa en alguna ocasión en contra de estos intereses, o simplemente ignora a los políticos? Para colmo, como ya he mencionado antes, al final decide convertir en un charquito de sangre al pobre Rorschach (es el único personaje al que mata), por querer contarle a todo el mundo la masacre perpetrada por Ozymandias. Se ve que un ser omnipotente no tenía otra forma de hacerle callar; encerrarle en algún lado, exiliarle, no sé... ¡hala, a convertirlo en positrones! ¡Por derechista!Y terminamos con el apoteósico final (en negritas lo mejor):
Concluye así este breve y ameno análisis de tan célebre obra. No diré que me sorprende su popularidad: Como dije, está entretenida, y si eres un perfecto borrego que se lee El País todos los días o un perfecto ingenuo, encontrarás cosas que quizá te. Para el resto del mundo, recomiendo leerlo sólo como curiosidad histórica. Si lo que te interesan son cómics con verdadera profundidad y definitorios de una época, recomiendo obras como Black Jack, de Osamu Tezuka, o Berserk, de Kentaro Miura. ¡De nada!"Ameno": pues sí, no puedo negar que me he descojonado. Lo de El País es glorioso; sin embargo, lo que me ha llegado al alma es lo de Berserk. No sé si habrá más de un manga con el mismo nombre, pero desde luego si habla del que yo leí un par de tomos (una mezcla de fantasmadas ultraviolentas y hentai ocasional) y le parece mejor que Watchmen (o que casi cualquier otra cosa, en realidad) en fin, apaga y vámonos.
Editado al día siguiente: juas, mirad su perfil y fijaos en sus otros blogs. Fumbolero tenía que ser. Solo le falta ser taxista XD