Que se jodan

Hace unos años el gobierno sacó una ridícula campaña para... bueno, no se sabe muy bien para qué. Yo sospecho que para echarse unas risas a nuestra costa. El Agente Smith me encamina (je) hacia esta noticia de Menéame, donde un tipo con sentido del humor cristaliza la mala leche sobre el asunto.


Me gustaría ver ruinas, muchas ruinas, de la gentuza que se forró a base de exprimir a los que por necesidad o exceso de alegría pagaban lo que fuera por su casa. La lástima es que los peces más gordos siempre se libran, pero ojalá unos cuantos semigordos las pasen al menos tan putas como los obreretes que se han casado con el banco, y los que lo sufrirán indirectamente.