domingo, 28 de diciembre de 2008

Inocentadas

Mañana en Madrid hay una misamanifa por la familia cristiana, amenazada por los laicos radicales y blablablá. La del año pasado tuvo una afluencia tan salvaje ("más de un millón" según la Comunidad de Madrid, entre 87.000 y 130.000, según los rojomieldas del Manifestómetro) que no creo que se supere aquella fantástica densidad de más de 23 manifestantes por metro cuadrado (al parecer Dios no solo hace milagros, también castells). Así que cualquier dato de "densidad de asistencia" que ronde la del año pasado ya sabéis que es una pequeña inocentada.

Al igual que algunas declaraciones de los convocantes. En particular me divierten las cosas que dicen el presidente de Hazte Oír y las de Alfredo Dagnino (un apellido inusualmente sincero), presidente de la Asociación de Propagandistas Católicos (y de nosecuántas cosas más vinculadas al cargo, mirad este enlace donde también hablan de sus vínculos con la COPE).

Pero las inocentadas que realmente me parecen geniales son las del obispo de Albacete, Monseñor Ciriaco Benavente Mateos. Por enxiemplo, en este párrafo se burla sutilmente de las campañas de concienciación del gobiernototalitariolaicista que sufrimos. ¿Os acordáis de esos anuncios antidrogas en las que consumirlas parecía tan divertido que hasta te entraban ganas? Pues monseñor hace lo mismo:
La generación emergente, que se inicia tan prematuramente en el ejercicio de la sexualidad y que está tan informada al respecto, no sólo no ha recibido una educación honda de la sexualidad y del amor, sino que, en nombre de un progresismo que algunos han calificado de caverna, está siendo empujada a vivir tales realidades superficialmente, frívolamente. La persona así será incapaz de amar con un amor estable, sacrificado, hondo, mucho más hondo que el simple atractivo o el placer sexual, que, si bien estimula, enriquece y da vibración corporal al amor, es siempre efímero.
Además, pone el dedo en la llaga: todo esto de las vibraciones corporales es un plan de lavado de cerebro de...
Sería bueno analizar qué relación existe entre las concepciones en boga en lo referente al sexo y la potente industria montada sobre la base de tales concepciones. A lo mejor descubríamos que lo que se nos viene vendiendo como planteamientos de progreso, no pasa de ser una manipulación dirigida a convertir el sexo en un producto más de consumo por obra y gracia del interés capitalista.
... ¡los malvados capitalistas! Para que luego digan los descreídos que la Iglesia no ha evolucionado desde los tiempos de los contubernios judeomasónicos. Monseñor es sin duda todo un teólogo de la liberación.

Y por último:
“Hay palabras, que sólo recobran su belleza y fecundidad originarias cuando, pasándolas por el alma, somos capaces de proferirlas en toda su verdad”. Sabemos que con la palabra “amor” se pueden decir muchas cosas: “Hoy te quiero mucho, hasta pasado mañana… Me junto contigo en tanto en cuanto esto funcione, mientras haya química entre nosotros, mientras sienta algo por ti”.
Quiero creer (dulces palabras para decirle a un cura, o al agente Mulder) que con esto el obispo rojo nos explica que no hay que forzar las cosas, que seguir casados hasta que la muerte os separe aunque no os soportéis es un engañabobos que solo produce sufrimiento.

Qué grande, Monseñor.

1 comentario:

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