domingo, 14 de febrero de 2010

Amén, hermanos

Qué cosas tan divertidas puedes escuchar en misa (negritas mías):
Si no hay resurrección de los muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si no resucitó Cristo, vacía es nuestra predicación, vacía también vuestra fe. Y somos convictos de falsos testigos de Dios porque hemos atestiguado contra Dios que resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si es que los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana: estáis todavía en vuestros pecados. Por tanto, también los que durmieron en Cristo perecieron. Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en Cristo, ¡somos los más dignos de compasión de todos los hombres!
Primera epístola a los Corintios, 15, 13-19 (no, no recuerdo cómo se escribían estas cosas). Obviamente, ampliando un poco la lectura el sentido cambia por completo, pero hasta que leyeron el siguiente versículo estaba yo muriéndome de la risa.

2 comentarios:

  1. ¿Vas al lugar de culto de la gente a reírte de ellos porque no compartes sus creencias, filosofía y forma de vida?

    Luego no te me quejes cuando me burle yo de la gente gorda e idiota en unas jornadas de rol.

    Aunque lleven fez.

    Opino.

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  2. No voy a ningún sitio. Veo en la tele la misa que pagan tus impuestos. Y no me río de ellos porque no compartan mis creencias, sino porque tienen creencias estúpidas, contradictorias, discriminatorias, culpabilizadoras y (en el sentido más literal) espantosas. Creencias que, para más coña, incrustan en el cerebro de los niños en cuanto pueden (de hecho en las retransmisiones suelen hacer amplio uso de chavales).

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