sábado, 1 de enero de 2011

Propuesta para la ONU

Seguro que no soy el primero al que se le ocurre esto, pero yo no lo he visto en ninguna parte.
Se agradecerán enlaces si os suena conocido.


Primera parte: el calendario

La elaboración de calendarios tiene una muy larga historia. Al fin y al cabo son fundamentales para organizar actividades humanas básicas como las cosechas. Ha habido (y hay) montones de calendarios, y la verdad es que el gregoriano, que es el que utilizamos aquí y en casi todo el mundo, es de los más perfectos, porque se ajusta muy bien al ciclo solar (no tiene sentido basar nuestro calendario en el ciclo lunar porque el paso de las estaciones, que es lo que principalmente necesitamos medir, no tiene absolutamente nada que ver con la luna).

Sin embargo, perfecto no quiere decir "exento de pifias". Ni de coña.

Pensad en la duración de los meses y en cómo se ajustan las semanas. Un mes nunca tiene un número entero de semanas, salvo a veces febrero, y de casualidad. ¿A vosotros no os molesta? ¡Pues a mí sí!

Aunque lo de las semanas es un tema menor. Más grave es que no todos los meses tengan la misma duración. Tenemos siete meses de 31 días, cuatro de 30, ¡y uno de 28! Además no están organizados de ninguna manera lógica (ya podrían estar todos los largos juntos, o salteados cortos y largos). Sería más comprensible, por ejemplo, tener 5 de 31 y 7 de 30, digo yo, peronfín.

Es disculpable si tenemos en cuenta que nuestro calendario es el resultado de apaños sobre apaños sobre apaños, y tiene su origen en observaciones astronómicas que, a pesar de su calidad para las épocas en las que se hicieron, no eran tan precisas como las que podemos hacer ahora. Aunque hay decisiones no tan disculpables, como que Agosto (el mes de Augusto Octavio) tenga 31 días porque no iba a tener menos días que Julio (el mes de Julio César). Que le quiten un día a Febrero y dárselo al mes de un político para que no pierda en una competición de longitud de pollas con otro político tiene su gracia (leed la historia en la wikipedia). Que llevemos arrastrando esto desde hace casi 2000 años, en mi opinión, ya tiene pecado.

Así que he decidido que no podemos seguir rigiéndonos por el calendario gregoriano. Cuando la Barbocracia domine el mundo nos guiaremos por el calendario barbócrata, que a continuación expongo. Acostumbraos porque a quien no lo acepte le bombardearemos nuclearmente, coño ya con la tontería. Hay otras propuestas pero la mía mola más.

Un par de notas sobre las semanas:

- tras dura pugna interna, las mantengo. Hay países que usan las semanas habitualmente (por ejemplo para cobrar sueldos), para muchas religiones son importantes (aunque a mí solo me importan los viernes festivos pastafaris) y, sobre todo, cargárselas supondría acabar con la institución del Fin de Semana (con mayúsculas, por favor).

- para no liarnos, todos los años empezarán en lunes y terminarán en domingo. Más o menos. Enseguida lo explico.


Sin más dilaciones, el Calendario Barbócrata:

Es un calendario solar y se ajustará al año sidéreo (el tiempo que tarda la Tierra en volver a pasar por el mismo punto de su órbita).
Nota: quienes utilicen calendarios solares basados en el año trópico serán considerados infractores menores y por tanto sufrirán afeitado y latigazos. Quienes utilicen calendarios lunares o lunisolares serán bombardeados nuclearmente.
El año está formado por un número entero de días, normalmente 365. Como la Tierra tarda 365 días y pico en dar una vuelta completa alrededor del sol, habrá que tener años bisiestos de 366 días de vez en cuando.
Nota: la solución del calendario gregoriano es, hasta donde sé, bastante buena y será la que use (aunque se aceptarán opiniones de los astrónomos barbudos, que no se diga que no escuchamos al pueblo).
El año se divide en 10 meses, cada uno dividido en 5 semanas de 7 días.

El primer día del año es lunes. El último día del décimo mes es domingo.

Los 15 días que faltan hasta los 365 no pertenecen a ningún mes ni semana. Se conocerán por el nombre conjunto de "Tiempo Sagrado" en honor a Glorantha. El día adicional que haya que incluir en los años bisiestos será añadido, cuando corresponda, al principio del Tiempo Sagrado. El Tiempo Sagrado se celebra al final del año, después de transcurridos los diez meses "normales".
Nota: estos 15 días serán de vacaciones obligatorias salvo para las actividades cuya ausencia suponga el colapso de la civilización, como la sanidad o el suministro de alimentos, alcohol, anticonceptivos y material friki. Los trabajadores afectados serán compensados apropiadamente. Quien se empeñe en mantener sus actividades económicas habituales durante el tiempo sagrado será militarizado, acusado de sedición, ejecutado y juzgado (por ese orden).
Puesto que los días del Tiempo Sagrado no pertenecen a ningún mes ni semana, deberán tener nombres propios y evocadores. Por ejemplo, día del Murciélago Frugívoro, día del Chiste de Lepe, día de la Oportuna Tirada Crítica, etc. La Barbocracia decidirá el mejor sistema para asignar nombres; sin embargo hay dos no negociables. El día extra que se añada los años bisiestos se llamará día del Gato de Schrödinger, y el último día (del Tiempo Sagrado y, por tanto, del año) se llamará Día de la Vigilia de los Puercos.
Nota: la confusión sobre el paso de los días que probablemente se produciría durante el Tiempo Sagrado debido a la falta de una numeración sistemática es completamente intencionada; pretende incitar al carpe diem y al abandono absoluto de la vida habitual.

Nota:
los nombres de los días de la semana y los meses podrían ser cambiados, pero eso es secundario. Aunque algunas cosas sí habría que decidir. Por ejemplo, si se mantienen los nombres actuales hay que elegir dos meses que desaparecerán. Por mí, eliminaría Julio y Agosto (por lo de la competición de pollas que dije antes), pero estoy dispuesto a que paladines de cada mes se enfrenten en sangrientas luchas televisadas hasta que mueran dos de ellos. Ya se verá. Este método podría ser también aplicado a la elección de nombres para los días del Tiempo Sagrado.

Bien, y ahora que ya hemos reformado el calendario, vamos a por la...


Segunda parte: el sistema horario

1 km = 1000 m = 100.000 cm = ...
1 kg = 1000 g = 10^6 mg = ...
1 hora = 60 minutos = 3600 segundos

¡¡¡PERO QUÉ CLASE DE MIERDA ES ESTA!!!

Quiero decir: de acuerdo, de acuerdo, hay motivos históricos, también relacionados con la astronomía, para que civilizaciones antiguas usaran sistemas sexagesimales. ¿Pero a estas alturas? ¿Nos reímos de los ingleses con sus pulgadas y sus libras y sus pasos de cinco pies pero al mismo tiempo para pasar de km/h a m/s tenemos que hacer cálculos como estos*?

Bueno, pues ya es hora de que nos deshagamos del pesado yugo sexagésimo-babilónico de una vez, y de que adoptemos por fin el sistema decimal para todo. Cuando gobierne la Barbocracia lo impondremos con la fuerza de la razón y de los pepinos nucleares, así que id acostumbrándoos.


El sistema horario barbócrata:

- un día tendrá diez horas.
Cada hora será equivalente, para que os hagáis una idea, a dos horas y 24 minutos actuales.
- cada hora tendrá diez minutos.
Cada minuto equivale a unos 14 minutos y medio actuales.
- cada minuto tendrá diez segundos.
Cada segundo equivale más o menos a minuto y medio actual.
- cada segundo tendrá diez terceros.
Cada tercero equivale a unos 8 segundos y medio actuales.
- la longitud total del día será la correspondiente al día solar medio; vamos, el actual. Parece que otras soluciones no serían muy prácticas, y en cualquier caso esto es secundario.


Probad ahora a pasar de km/h a m/s: ¡solo hay que dividir por 10! Y de hecho lo natural sería usar m/t (metros por tercero), con lo que km/h = m/t.

Otras ventajas importantes son la reactivación de la economía que supone que todo el mundo tenga que cambiar de reloj, y la paz de espíritu que traería usar el sistema decimal para todo**, ríete tú del nirvana.


Hale, ahora a ponerme a caldo en los comentarios.



* (solo para frikis) En el sistema Sombra de juegos de rol, un asalto son 3,6 segundos, de modo que la velocidad en km/h es igual a la velocidad en m/asalto. Cómo se nota la mano de los diseñadores ingenieros... Loor y gloria para ellos.

** bueno, para todo excepto para las docenas de huevos. Evidentemente esto será cambiado a base de... sí, lo habéis adivinado, bombardeos nucleares.