"Hacía dos años que yo había descubierto en un tomo de cierta enciclopedia pirática una somera descripción de un falso país; ahora me deparaba el azar algo más precioso y más arduo. Ahora tenía en las manos un vasto fragmento metódico de la historia total de un planeta desconocido, con sus arquitecturas y sus barajas, con el pavor de sus mitologías y el rumor de sus lenguas, con sus emperadores y sus mares, con sus minerales y sus pájaros y sus peces, con su álgebra y su fuego, con su controversia teológica y metafísica. Todo ello articulado, coherente, sin visible propósito doctrinal o tono paródico."
"(...) ¿Quiénes inventaron a Tlön? El plural es inevitable, porque la hipótesis de un solo inventor – de un infinito Leibniz obrando en la tiniebla y en la modestia – ha sido descartada unánimemente. Se conjetura que este
brave new world es obra de una sociedad secreta de astrónomos, de biólogos, de ingenieros, de metafísicos, de poetas, de químicos, de algebristas, de moralistas, de pintores, de geómetras... dirigidos por un oscuro hombre de genio."
El fragmento pertenece a "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius", publicado en El jardín de los senderos que se bifurcan, e incluido más tarde en
Ficciones.
Y
Glorantha es sencillamente impresionante.